jueves, 2 de febrero de 2012

ANSIEDAD!!!








Una palabra basta para que de repente tus pensamientos vayan tan rápido que creen un vórtice en tu garganta que te hace imposible respirar. La confusión te invade y no puedes imaginar a dónde dirigirte desde ahí.
Estos son algunos de los síntomas de la ansiedad. No es alentador saber que todos han experimentado la ansiedad en cierto nivel en algún momento de sus vidas. La ansiedad aparece cuando se enfrentan a un momento decisivo o que puede cambiarles la vida, o quizás cuando deben tomar una decisión importante. Sienten cómo sus peores miedos se cuelan en su más íntimo YO, donde se multiplican, incitando a la incertidumbre y la preocupación sobre algo que puede –o no– llegar a pasar.
El gran filosofo francés Montaigne escribió una vez: “Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron”. La ansiedad distorsiona las preocupaciones normales y las magnifica. Nos quedamos atrapados como moscas en telarañas que nosotros mismos hemos creado, luchando desesperadamente, paralizados sin poder tomar las acciones necesarias para liberarnos.
El miedo está basado en un peligro conocido, algo tangible: una bolita que se descubre en un auto examen rutinario del busto, una bancarrota inminente, un superior que es prepotente, unos tipos extraños que se suben al transporte, etc. Estos son problemas que saben que son reales: pueden tocar la bolita, pueden ver la deuda, pueden sentir el abuso del poder, pueden percibir la maldad en esas caras desconocidas y adustas. Y aunque los problemas son agobiantes, hay cosas que se pueden hacer, para combatir o erradicar todo eso. Sin embargo, con ansiedad se sienten angustiados, fuera de control.  Y aunque los presionen, no pueden señalar la causa exacta. Eso se debe a que la ansiedad no tiene un origen físico, es un desorden que desconcierta a los médicos y se resiste a la medicina. Los que lo sufren toman pastillas, tónicos y drogas para lograr un alivio que raramente encuentran.
Sin embargo, a pesar de las connotaciones negativas asociadas con la palabra ansiedad, la sensación en sí misma puede crear un efecto verdaderamente positivo en ustedes. Y aunque es algo que desean no experimentar nunca, se encuentran mejor después de haberlo hecho. La ansiedad es tanto una abominación terrible como una gran fortuna.

Todo depende de cómo la mires.

Yo, les sugiero que deben ver la ansiedad bajo una luz positiva. Creo que se manifiesta para recordarles que no están realizando su potencial pleno en este mundo, que no están cumpliendo su propósito. Sólo con el estímulo de una autoevaluación constante, que a menudo empieza con ansiedad, se esforzaran por estar mejor y lograr el éxito en sus esfuerzos. De hecho muchos médicos sostienen que un poco de ansiedad es algo bueno y sugieren que el estrés es una herramienta útil que puede “construir el carácter, aumentar la creatividad y animarlos a tener mejores resultados”. Con la ansiedad, experimentan una conciencia más elevada de ustedes mismos. La ansiedad también los ayuda a responder ante las emergencias.
De ahí la naturaleza paradójica de la ansiedad: ¿Es mala o buena para ustedes? ¿Cómo pueden disminuir los efectos negativos de la ansiedad y utilizar sus efectos positivos para impulsarnos a estar mejor? ¿Cómo pueden utilizar sus pensamientos ansiosos para ayudarse a lograr sus objetivos?
Hay un viejo refrán que dice: “El miedo llamó. La fe respondió. No había nadie”.
Sin embargo, según la conciencia, la ansiedad es la forma que tiene el Creador de ofrecerte la oportunidad de reconectar con el UNIVERSO, un llamado para que el espíritu se despierte. A través de la ansiedad se les alerta de un giro equivocado que han tomado, dándoles así la capacidad de reorientarse a ustedes mismos en el camino hacia su destino verdadero. Quizás están demasiado enfocados en los deseos personales o en conseguir fama o fortuna y están descuidando sus necesidades espirituales y las necesidades de los demás. La ansiedad les da la oportunidad de dar un paso atrás y mirar objetivamente sus vidas. Deben examinar sus prioridades emocionales y espirituales y trabajar activamente para lograrlas. Sólo entonces podrán experimentar la verdadera paz mental y espiritual.

Consejos para tratar con la ansiedad cuando aparece: 

Ten un diario: escribe a diario cinco cosas por las cuales crees que debes dar agradecimiento.
Practica actos casuales de amabilidad.
Reconoce tu increíble potencial y esfuérzate por maximizarlo cada día.
Saca de tu mente las preocupaciones ayudando a los demás.
Enfréntate a tus miedos: no son tan terribles como te imaginas.
Acepta los aspectos positivos de la ansiedad y utilízalos para mejorar tu vida.

IN LAK ECH

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar, favor de registrarte.