Comentemos de un tema que toca, los ha tocado o los tocará, que es la crisis en la pareja. Nadie está libre de eso. Ocurre en todos, a veces dura más, a veces pasa inadvertida, pero como tienen la seguridad de que pasará y no una sino varias veces, es mejor estar preparados y preparadas… No?.
Pero primero es necesario
saber que es “LA PAREJA” y que elementos la componen. La definición es simple y
me interesa profundizar un poquito más en lo 3 elementos
esenciales que tiene:
Unidad,
Fuerza y
Fecundidad
La fidelidad no se reduce a
evitar la traición al otro cónyuge, sino de una conquista que debe hacerse día
a día, y de previsión de situaciones que pudieran poner a alguno de ellos en
dificultad.
La fuerza explica que puede
ser para siempre. ¿Qué tipo de donación sería la de quién se comprometiera
mientras le resulta agradable?
La fecundidad, fruto y
signo del amor implica la ordenación a la procreación de acciones basadas en el
respeto.
Las causas recurrentes del
fracaso en la pareja son las siguientes:
Quien se une considerando está
unión desde la perspectiva del yo, se sale de la pista ya desde el punto de
partida. La pregunta no es: ¿Cuánto me puedo beneficiar, sino cuanto puedo dar de
mi?.
La falta de auténtico conocimiento
recíproco. Al comienzo es un flash que se apaga rápido, con la convivencia la
tendencia a idealizar al otro disminuye.
Las expectativas
exageradas: esperar demasiado, en lugar de ir para entregarse. Se pretende que la
contraparte sea perfecto(a), o a eternizar momentos de los primeros días del
enamoramiento.
No encontrar tiempo para
estar juntos
Mal carácter de cada uno,
que no se quiere reconocer, controlar o mejorar
Falta de comunicación
Rutina
Provenir de una familia con
problemas
Actitudes negativas:
machismo y feminismo
Intervención constante de
terceros en el hogar (padres, parientes, amigos falsos o equivocados que
influyen.)
Dificultades económicas
Ejercitar los antivalores
Existe una creencia tan falsa como difusa según la cual, cuando el amor existe, no
deberían presentarse dificultades ni obstáculos. De esta forma, cuando llegan
los conflictos, se interpreta que el amor está perdiendo fuerza y calidad.
Entonces, valdría la pena preguntarse, ¿Un conflicto es signo de falta de amor,
o una llamada para hacerlo madurar, para quererse más y mejor?
Una crisis de pareja puede
presentarse a los 2, 5 u 8 años de convivencia, en el momento en el que el
impulso sentimental pierda fuerza. Si una pareja no logra superar este período
crítico, la relación entrará en una especie de precipicio descendente. En la
actualidad apenas despuntan las primeras dificultades en la pareja, hay quienes
experimentan la tentación de pensar que han elegido mal a su contraparte.
El hombre y la mujer
reflexionan, actúan y sienten de forma diferente. Se debe respetar y comprender.
Hay parejas que después de 40 años no se han enterado de esta gran verdad y le
piden al otro algo que no puede dar.
Algunas conductas que hacen
muy difícil mantener el amor:
La soberbia y el orgullo:
son el origen de casi todos los defectos, del mismo modo que la humildad, la
sencillez, es el fundamento de casi todas las cualidades.
Son el mayor enemigo del trato mutuo: en las pequeñas reyertas,
ninguno de los dos tiene razón. El que está más sereno ha de decir una palabra,
que contenga el mal humor hasta más tarde. Y más tarde —a solas— comenten el
problema. Pero ya los ánimos serán diferentes.
Cuando se vive sin reglas
ni principios. Cuando todo es cuestionable. “Acepto tu voluntad si coincide con
la mía”
El descuido permanente y
sistemático de lo que se creen pequeñas cosas.
Para corregirlas, es
necesario previamente tomar conciencia de que es lo que está originando estas
conductas:
Pensar que es suficiente
con estar enamorados, es sólo el empujón, pero el amor es como un fuego, que
hay que avivarlo día a día, sino se apaga.
Creer que la vida en pareja
no necesita ser aprendida. Dar y recibir amor requiere de un saber, un conocer
de las maneras y los modos más adecuados. Es de gran inmadurez pensar que una
vez que dos personas deciden compartir su vida todo irá viento en popa.
Ignorar que existen crisis
de pareja
No conocerse a uno mismo
antes que a la pareja.
Divinizar el amor
Una vez identificadas, aquí
algunos consejos para superar la crisis:
Esforzarse por comenzar de
nuevo, cancelando la lista de agravios.
Evitar por todos los
medios, las ofensas de palabra, acción o gestos.
Procurar resolver los
conflictos que los hacen estar mal con ustedes mismos.
Aprender a callar, evitando
discusiones inútiles.
Aceptar al otro(a) tal cual
es y quererle con sus defectos. Hay dos tipos de defectos, las manías y los
graves, son solo los últimos los que deberás ayudarlo(a) a cambiar.
Pensar que no pueden
acumular las posibles ofensas del otro(a) en el baúl de los recuerdos. Cultivar
el olvido.
Hablar sin miedo sobre
aquello que molesta del otro(a) y el modo de superarlo.
Hablar después de un
pleito, y no cerrar las heridas en falso.
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