Ser...
¿Recuerdas cuando eras pequeño(a)? Seguramente desde una cierta edad; tu
memoria histórica por ejemplo, cuándo comienza?... quizá aproximadamente hacia los cuatro o cinco años,
aunque se trata de imágenes y sensaciones poco nítidas. Una lástima verdad?,
¿Por qué? Pues porque han perdido de su recuerdo los momentos en los
que eran más libres, y ahora, ahora escalan poco a poco
la montaña hacia la libertad, la conquistan, la besan por momentos, intentan
construirla, la añoran… apreciada libertad…
Puede resultar paradójico, y de hecho lo es, un bebé, un recién nacido, un niño
que apenas puede caminar, un niño que sólo sabe decir “papá” o pronunciar un
lenguaje incomprensible para los adultos, cualquiera de esos niños que pasean a
diario por las calles, será seguramente más libre que ustedes. No reclamo una
libertad absoluta, pero sí una naturalidad, espontaneidad e ingenuidad,
que tristemente ustedes, han abandonado.
Si se detienen un momento, podrán observar que los nenes y las nenas se aman
completamente, nadie les ha dicho todavía que se portan mal, que son inútiles, que
esto o aquello no se hace… y si lo han oído, probablemente no han hecho caso.
¿Por qué? pues porque estos maravillosos diminutos y mágicos seres inocentes
son libres, si tienen ganas de reír, ríen, si lo asustas, te
sorprenderá con un puchero nada hipócrita, realizarán sus necesidades básicas
en el momento más oportuno para ellos (que seguramente será el más inoportuno
para el adulto que lo acompañe), si está triste, llorará hasta
encontrar consuelo… sin importarle donde se encuentre…
Es
cierto, necesitan cuidados, son vulnerables, necesitan alimentarse del amor, el
cariño y la protección, pero ¿y quién no? Ellos tienen algo singular, y es que
todavía no han aprendido a tener complejos, a sentirse inferiores, a
discriminarse o menospreciarse, sencillamente “son como son”,
saben que a los ojos del mundo son importantes, porque lo son, nada más pues
nada más importa.
Ahora entiendes
por qué es imperioso ser como niños para conocer lo mejor de la
vida? corazones puros, miradas limpias, espontaneidad, naturalidad,
sencillez… así son, y son GRANDES maestros.
Cada
día aprendo más con los niños que acompaño, cada día me enseñan más que EL
UNIVERSO PLENO los bendice a ellos, cada día quiero seguir siendo un pequeñín
(DE EDAD), cada día voy recuperando lo que un día dejé en el camino por las
prisas de crecer y quemar etapas, cada día voy siendo más yo en MI NIÑO
INTERIOR
Y tú qué esperas a ir al reencuentro
de tu NIÑA O NIÑO INTERIOR?.
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