Hablar o callar? Pensar, repensar y reflexionar antes de actuar, analizar la contundencia de una palabra, imaginar la reacción y/o emoción que sus actitudes generan en terceros, palabras más palabras menos, hablemos pues de Prudencia!!!
La Prudencia es un valor que debe ser personal del ser humano, por el simple hecho de que tienen la capacidad para discernir, así que, no hay excusas para no hacerlo bajo justicia y cautela, sin embargo, no es así, tanto, que han hecho célebre el dicho policíaco "todo lo que diga podrá ser usado en su contra" en lugar de aplicar el romántico y filosófico " que tus palabras sean más hermosas que el silencio" en fin, muchos es lo que se ha escrito al respecto y hasta ahora algunos intentos han sido infructuosos, hasta podría decirse que en el siglo XXI la PRUDENCIA es un valor en peligro de extinción, justamente esa es una de las razones por las que escribir de prudencia constituye, más que un reto una gran responsabilidad para mi, dado que la humanidad en algún momento hacen o dicen lo que no fue su intención decir o hacer, y eso es porque a algunos en ocasiones los domina la pasión y no la razón y eso termina convirtiéndolos en imprudentes a la vista de los demás.
De lo anterior, se desprende una lamentable cadena de actitudes enemigas de la PRUDENCIA, ya que insultar, vejar, ofender, menospreciar, humillar, a algunos se les da de forma natural, lo cual resulta hasta razonable, pues es la única manera que encuentran para expresarse, de allí es común leer gente que hasta por las redes sociales destila dosis altísimas de veneno en 140 caracteres, y todo por defender una idea (eso dicen ellos), pero en la realidad de sus mentes, lo que hay es un vacío tan pero tan grande que solo consiguen llenarlo con insultos y malos sentimientos, lo que ellos no saben o no le dan la importancia debida, es que esas actitudes producen reacciones dañinas en sus cuerpos, por ejemplo, la ira sube los niveles de cortisol, y este no solo les enferma la mente y el alma sino también el cuerpo, y, es aquí donde reflexiono para decirles que hasta con ustedes mismos deben ser prudentes… prudencia, prudencia, prudencia.
Contrario a lo mencionado, que agradable es cuando destacan esas personas que siempre actúan de forma comedida, que usan frases bien pensadas que no es lo mismo que rebuscadas, personas que meditan antes de dirigirse a otras, aquellas que actúan en congruencia, con coherencia, las que no se extralimitan ni en actos ni en palabras... una persona prudente es quien "procura" hacer lo que debe hacer y en el momento que debe ser, ese es el estado ideal, pero en un mundo turbulento como el que la humanidad habita, suelen ser la excepción y no la regla; eso también forma parte de aprender a educar las emociones, sí, es que todo lo analizo como un conjunto, pues, para ser prudentes, deben ser asertivos, tener un nivel hermoso de autoestima y ser emocionalmente inteligentes, vaya, vaya, parece complejo, pero no lo es, el secreto está en buscar el balance y poner la voluntad.
Es vital saber que la prudencia no se adquiere con estudios, es decir, no es equivalente a un diploma, mucho menos se compra en la botica, es una virtud que deben ir cultivándola día tras día en cada espacio de su vida e interacción con el mundo exterior, esto se debe a que la prudencia es una virtud práctica y hermana de la rectitud; es ella quien ayuda a reflexionar y a pensar en los efectos de las acciones, toda vez que, el fin último de cualquier acto debería ser, actuar con justicia y equidad sea cual sea la circunstancia.
Una persona prudente, es aquella que teje su historia con conciencia, aquella que vive y deja vivir, es la que logra ser asertiva en la cotidianidad y alcanza la capacidad para hacer frente a la adversidad sin dañar a los demás. Cuando son prudentes su crecimiento interior da un paso al frente y están más cerca de lograr los objetivos que se plantean cuando deciden ser mejores seres humanos.
Obviamente, como seres humanos son un sumario de células, por tanto un sistema complejo, quizás a lo largo de su recorrido de vida, habrá situaciones en las que no puedan controlarse, momentos que les nubla la mirada y los lleven a actuar movidos por la emoción, momentos en los cuales la prudencia los deje y se vaya de vacaciones, es justo allí donde sus pensamientos se harán vulnerables y se dispersarán, hasta podrían carecer temporalmente de voluntad, llegando a ser victimas de las pasiones, pero somos humanos, y de vez en cuando podemos vivir esas situaciones, no obstante, debemos estar más atentos para no dejarnos caer, y en el caso de no poder evitarlo levantarnos tan rápido que casi ni se note.
Generalmente, algunos se maravillan ante personas que consideran de éxito porque aparentemente siempre hacen lo correcto, cierran los ciclos, alcanzan sus metas, se expresan con elocuencia, de todo sacan experiencias positivas, mantienen la calma en las situaciones adversas, no ofenden ni reaccionan ante la ofensa... entre otras actitudes plausibles... la verdad es que esas personas no tienen nada en extraordinario, todos los seres humanos tienen las mismas potencialidades, solo que algunos las desarrollan más, la diferencia, es que ellos practican la prudencia y la combinan con otros valores y eso los hace exitosos... en estos caso la prudencia actúa como un valor propio que se construye con hechos... pues fingir ser prudente es una tarea de corta duración… ya que la imprudencia es como una gripe y no puede ocultarse por mucho tiempo.
La interrogante es ¿que los lleva a ser imprudentes? considero que la debilidad radica en que muchas veces deciden sin analizar, se precipitan, se dejan llevar por la emoción del momento, por una interpretación de algo o alguien que a la larga puede no ser como lo imaginaron, es que ustedes le dan color a la vida y a las situaciones, todo dependerá de la actitud que asuman en un momento determinado.
Para Concluir, quiero expresarte mi agradecimiento por leerme, y aprovecho el momento para comentarte en estas últimas líneas que la prudencia no es a mi juicio sinónimo de erudición, ni mucho menos el talismán para no cometer errores, en contraposición, ser prudente es reconocer las equivocaciones, retomar el camino, pedir disculpas, aprender de las malas experiencias y sacar provecho de ellas.
Por lo anterior, bien vale la pena forjar en la vida una senda donde transiten la voluntad, el compromiso, la perseverancia, el amor, el respeto, la generosidad, la confianza, la solidaridad, el bien común… solo así podrán estar seguros que han tomado el camino correcto donde reina la PRUDENCIA como MADRE de todas las virtudes.
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