Precisamente,
porque es una valoración personal de sí mismo, puede variar con el tiempo, no
es congénita. Depende mucho de cómo te ven los demás y de lo que dicen de ti,
especialmente tus familiares, pareja, amigos, etc. Si los demás te muestran
frecuentemente tus fallas y defectos, puedes sentirte mal, pensando que los
defraudas, no siendo lo que ellos podían esperar. Si te comparan con tus
hermanos o amigos y hacen un balance negativo, puedes también creer que eres
inferior a los otros.
En tu autoestima entra mucho en juego la valoración corporal. Si
te vemos inferior físicamente a los otros o más feos o más torpes o más
pequeños, tu autoestima será baja.
Por eso, es tan importante que jamás insultes a nadie con
palabras como: fea, idiota, perezoso, renacuajo, gordinflón… Tampoco hay que
hacer comparaciones: ¿Por qué no puedes obtener tan buenas notas como tu
hermano? ¿Por qué eres tan torpe? ¿Por qué no juegas al futbol como tus
amigos? No sirves para nada. Eres un inútil…
Alguien ha dicho que el mayor negocio del mundo sería comprar a
las personas por lo que creen que valen y luego venderlas por lo que realmente valen.
Sería un negocio redondo, porque se comprarían a bajo precio, ya que no se
valoran; y se venderían a un alto precio, por lo que realmente valen.
Muchas personas no aprecian sus cualidades o no las han descubierto y, por eso,
se creen poca cosa. Precisamente, el objetivo de muchos de mis escritos para
personas de baja autoestima está en tratar de que se acepten a sí mismas
con su propia historia personal, con sus limitaciones, pero también con sus
cualidades, haciéndoles ver que tienen una misión que cumplir y que no han
venido al mundo por casualidad.
Muchos jóvenes modernos no se valoran, se dejan llevar por la
moda pasajera y de las variables de
la cultura. Y en esta cultura moderna, que promueve el relativismo de la vida y
la búsqueda del placer por encima de todo, no entra en cuenta la verdadera
misión. Guiándose de la moda, estos jóvenes, sin madurez, pueden caer en las
garras de las empresas de publicidad que
tratan de incentivar sus deseos de estar al día, promoviendo la compra de toda
una serie de cosas vanas, desde zapatos de tal marca hasta lo inimaginable.
Ellos siguen la moda, como si en ello les fuera el sentido de su vida. Quieren
ser libres y se dejan dominar por la moda. Si está de moda un cuerpo flaco, las
gordas se ven mal, o al revés. Si está de moda llevar tatuajes o piercing o
hacer tales cosas o ir a tales lugares, ellos lo hacen y, si no pueden seguir
la moda por no tener dinero suficiente o por otras razones, se sentirán mal y
eso afectará su autoestima, conduciéndolos por un camino que sin dura habrá de
perderlos.
Otro punto, que afecta a los jóvenes especialmente, es que
imitan a sus ídolos de la canción, del cine o del deporte… Y tratan de
parecerse a ellos en su modo de comportarse, en su vestimenta y hasta en sus
costumbres. Y me pregunto, ¿No sería mejor que imitaran a personas ejemplares
en su esfuerzo y trabajo para conseguir sus metas?
De todos modos, todos pueden mejorar y superarse. Lo
importante es descubrir las cualidades innatas personales y desarrollarlas.
Y, sobre todo, saber que lo que da sentido a la vida es el amor sincero
¡Hay tanto que hacer y tanto que ayudar! El mundo está lleno de tareas que
cumplir. Hay muchos vacíos, porque demasiadas personas no han sabido cumplir su
misión. Tú estás llamado a servir, a hacer el bien y hacer felices a los demás.
Sólo así podrás sentir la realización como persona y encontrarás tu propia
felicidad.
Por eso, procura que los demás se sientan importantes a tu lado.
Diles que los amas. Díselo con una sonrisa, con un apretón de manos, con un
abrazo o con una palabra de aliento. No dejes pasar ninguna oportunidad de
hacer felices a los que te rodean.
Dales tu cariño sin esperar recompensa, descubre la alegría de
las pequeñas cosas de la vida: el encanto de un niño, de unas flores para
un enfermo, el silencio de una calleja, el rumor del riachuelo, el canto de los
pájaros. El mundo está lleno de maravillas que pueden alegrarte y hacerte
feliz. No te rebajes, creyendo que no vales para nada. Ama y tu corazón se
alegrará e irradiará su luz a tu alrededor. ¡Tanto se puede dar! ¿Será que no
conoces la alegría de dar?
Has nacido y se te han dado las cualidades suficientes y
necesarias para cumplir tu misión. ¿Por qué, a veces, te rechazas a ti mismo?
¿No te gustas como eres? No tengas envidia de nadie y da gracias de tener vida,
de estar en ella y de gozarla. Vive tu vida en plenitud, no estés lamentándote
continuamente por lo que quisieras ser o tener. Observa a las estrellas y
sonríe, agradece y VIVE PLENAMENTE, TÚ VALES MUCHO!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar, favor de registrarte.