miércoles, 21 de marzo de 2012

CAMINANDO EN PRIMAVERA


La energía del invierno, como quizá pudiste percibirlo, es densa, transcurre lenta y los invita a la reflexión, a pesar de que se empeñen en asistir a más fiestas que lo humanamente le es posible. Aunque no quieran, se cansan más que en otros meses y es cuando les da por estar con ustedes mismos o más unidos. Por eso sienten deseos de acercarse a la familia y los amigos, pues ellos les recuerdan lo conocido, el fuego del hogar y lo confortable de la existencia.
Sin embargo, el círculo del año sigue girando y el 2 de febrero, que en la mayoría de los países se conoce como Candelaria, regresa la energía del fuego a la Tierra (hemisferio norte) y comienza el deshielo, ya sea físico o emocional. Empiezan pues a despertar porque el calor es ya evidente; además, como febrero siempre tiene prisa, los lleva en un tris a marzo, cuando la primavera está casi ya ahí y los recibe con su poderosa energía.
Como seres de luz, están conectados con el Universo; además de que saben cómo se manifiestan los elementos (agua, tierra, viento y fuego) en su cuerpo, también reconocen la forma en la que lo hacen las estaciones, por lo que incorporan estos cambios a su vida. Si aún no lo haces o deseas saber más acerca de ello no te preocupes, los Aluches te iremos guiando poco a poco en el aprendizaje de este conocimiento tan ancestral.
La primavera representa una etapa de nuevos brotes, nuevos comienzos. En el otoño se deshacen de aquello que, como hojas secas, ya no necesitan en sus vidas; el invierno sirve para entender qué ciclos necesitan cerrar y hacerlo. Ahora, con una semilla joven y nueva, están esperando que todo cobre vida de nuevo. n
Estás aún a tiempo de dejar ir lo que no necesitas y de sembrar una semilla nueva que genere lo que realmente estás buscando. Lo que deseas con todo tu ser. Pero ¿sabes qué es realmente? Ante todo, como cierre del invierno, te recomiendo que anotes en un papel lo que no deseas ya en tu vida. Puede ser alguna antipatía, apego viejo, tristeza clavada en el corazón, trabajo que quieres dejar o lo que se te ocurra. Lo importante es que lo tengas muy claro. Tan claro como un lago que está ya en la etapa de deshielo. Como tu cuerpo, mente y alma, listos para crear nuevas y maravillosas cosas en tu vida. ¿Están listos y listas?
Debes anotar de forma sencilla y en una sola frase todas las cosas que ya no deseas seguir arrastrando. Pero fíjate muy bien lo que anotas, pues realmente se irán. No vale arrepentirse. Una vez que lo escribiste en el papel (de preferencia con tinta roja y con una pluma recién comprada y que sólo usarás en este ritual), quémalo en una vela morada. El morado es transmutación, es decir, lo estás enviando en forma de humo al Universo. Este hechizo funciona mejor si lo haces en luna menguante, pues su energía se lleva lo que ya no deseas.
Cuando están en luna nueva (consulta un calendario lunar) anota en un papel lo que sí quieres para este nuevo año EN COMIENZO DE PRIMAVERA). Hazlo en positivo y, de preferencia, máximo tres cosas. ¡Por favor no quieran aturdir al Cosmos, por favor!!!! Lo fundamental, ahora, es que te cumpla los deseos más importantes, ya tendrás tiempo para más un poco después. Ahora, quema estos deseos en una vela blanca. Se los estás enviando al Universo mediante el fuego. Recuerda que el Universo está compuesto por elementos y, su energía, te apoya. ¡Todos los seres somos energía elemental! Es muy importante que guardes las cenizas de estos deseos.
Una vez hecho esto, en luna llena, siembra algunas semillas (de esas semillitas hermosas (cualesquiera)) en una pequeña maceta y abónalas con las cenizas de tus deseos y un poco de agua. Sigue las instrucciones según el tipo de planta, permite que crezca y ten paciencia. Recuerda que debes ser un ser que confía y sabe esperar...
Sé que la primavera te traerá grandes cosas. La divinidad está contigo. Basta que la encuentres en tu propio y poderoso interior. ¡Vívete con magia!

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