MEDITACIÓN
Hoy deseo compartirte este regalo.
Ofrecerte una visualización desarrollada a
partir de un ejercicio de bioenergética (la postura de la dirección que
consiste en colocarse de pie con los brazos extendidos hacia delante). Es para
cuando me siente ansiedad o se tiene alguna inquietud o preocupación. También
cuando sientas miedo o impotencia y no
encuentres la manera de solucionar algún problema.
Es una especie de visualización o meditación
que ayuda a reconocer que no hay nada más lejano a la realidad que el sentir
que estás solo(a) en el universo y que eres el único ser del que depende que
tenga las fuerzas y los elementos para enfrentar las situaciones de la vida.
Independientemente de cuáles sean tus
creencias, siempre habrá algo a quien le puedas reconocer más poder que a ti y
que, por lo tanto, te puede proteger.
De la misma manera que hay algo arriba de ti,
siempre existe algo debajo de ti que te ofrece apoyo, detrás de ti que te pude
sostener si caes – tus antepasados, la humanidad entera representada por todas
las personas que han existido a lo largo de la historia de la humanidad – y
también, detrás de ti, está toda tu vida pasada desde el día en que te
engendraron tus padres, todas las experiencias agradables o dolorosas que has
vivido, las decisiones que has tomado y que te hacen la persona que eres hoy.
Al lado tuyo, tanto a la izquierda como a tu
derecha, están, acompañándote en el aquí y el ahora, las amistades, tu familia,
tus compañeros y conocidas o cualquier otro ser humano con
el que compartes la existencia en el presente, lo conozcas o no,
sabiendo que, de alguna manera, estás en conexión íntima.
Es un ejercicio que te dará muy buenos
resultados para disminuir tu ansiedad o cualquier otro sentimiento o emoción
desagradable, o bien, para fortalecer tu confianza y tu seguridad personal.
Espero que, si decides llevarlo a la
práctica, te sea de mucha utilidad y que lo disfrutes intensamente.
Sólo una cosa más, intenta encontrar el lugar
y el momento para hacerlo. Que sea un sitio donde puedas estar tranquilo(a) y sin interrupciones. Hazlo de manera
relajada, descansando tu mente y tu cuerpo, respirando de manera profunda y
tranquila, sin prisas, tratando de sentir en tu cuerpo cada parte del ejercicio
y cada cosa que vas imaginando con tu mente, ayudándote también de una
respiración relajada.
PRIMERA PARTE
Traza una figura humana como si fueras tu,
sobre una hoja en blanco.
Responde las preguntas poniendo las
respuestas en la figura humana, del lado que corresponda.
¿Qué hay arriba de ti que te apoya, te cuida?
Algo superior a ti en quien te puedes
refugiar: Dios, el universo, la vida, la humanidad, la naturaleza, etc. Todas
las cosas que consideras que te pueden hacer sentir esa protección.
¿Qué hay debajo de ti?
Tus raíces, lo que te brinda apoyo y te
sostiene.
¿Qué hay detrás de ti?
Tus antepasados, la gente que te cuido en el
pasado, las experiencias de vida que has tenido desde la infancia y que te han
generado aprendizajes significativos, todas las decisiones que han hecho que tú
seas la persona que hoy eres.
¿Qué o quienes están a tu lado?
Familia, amigos, pareja, compañeros, colegas,
la humanidad entera, todos aquellos que te resulten significativos y te apoyen
desde el mismo nivel dónde estás tú.
¿Qué hay frente a ti?
¿Cuál es la dirección en la que quieres
caminar? ¿Hacia dónde quieres ir? ¿Qué es lo que más te motiva? ¿Cuáles son tus
metas y objetivos principales? ¿Cuál es tu visión del futuro ideal?
La protección
Cuando hayas colocado todas las respuestas, dibuja
un círculo alrededor de la figura humana, donde todo quede dentro de ella: los
elementos del arriba, el abajo, el atrás, los lados y el frente.
Ese círculo es energía y es luz… (IMAGÍNATE
AHORA SU COLOR) puede ser violeta y dorada o del color que tú la sientas, la
veas o la percibas. Siéntete con la libertad de modificar el color de tu propio
círculo de protección, como si fuera un invencible escudo.
SABES QUÉ ACABAS DE CREAR?
Has creado tu lugar seguro!!! el que te
protege desde todos los ángulos con las fortalezas y protecciones específicas
de cada lugar. Cuando sientas inseguridad, ansias o miedo, cuando te vivas
impotente, frustrada, enojado, confundida, medita yendo a tu lugar seguro (ESTE
CIRCULO) y visualiza cada uno de los puntos (arriba, abajo, los lados, detrás,
adelante) y los elementos que los constituyen, respirando de manera
relajada y profunda hasta que encuentres la calma, percibas las posibilidades o
encuentres las respuestas que buscas.
SEGUNDA PARTE
Una vez que hayas identificado todos los
elementos que deben ir en tu círculo donde se encuentra tu lugar seguro cada
vez que estás dentro de él, puedes experimentarlo con tu propio cuerpo.
Sólo necesitas encontrar un lugar tranquilo,
libre de interrupciones. Colócate de pie, con los pies hacia el frente,
un poco separados, las rodillas ligeramente flexionadas, levantar tus brazos un
poco flexionados para mayor comodidad.
Cierra tus ojos y empieza a respirar
tranquila y profundamente y a imaginar todos los elementos que están arriba de
ti, todo aquello que consideras superior y que te puede proteger (los mismos
elementos que pusiste en el dibujo).
Si vienen otros más a tu mente, te digo que
no hay límites e inclúyelos también. Seguramente, en la medida en que hagas la
meditación, irán apareciendo nuevos elementos que formaran parte de tu espacio
seguro y lo fortalecerán.
Después de unos minutos en los que te sientas
invadida(a) por la energía y la protección de todo lo que está arriba de ti,
cambia la posición de tus brazos y llévalos hacia los lados, hacia abajo, hacia
atrás y hacia el frente y repite en cada caso el proceso de imaginar y sentir
los elementos o personas que se encuentran en cada posición, llenándote de esa
energía y sintiendo como cada uno te produce sensaciones diferentes de
seguridad, apoyo, paz, tranquilidad.
Envolverte en tu escudo de protección
Una vez que hayas colocado los brazos en
todas las posiciones, respirando siempre de manera tranquila y profunda,
imagina que, de todos los ángulos, surge la inmensa luz de energía que te cubre
completamente y te protege, quedando tú, al centro de la misma.
Disfruta por unos minutos (cinco, diez o
más), la sensación de estar en un lugar seguro, protegida(o) desde todos los
lugares por el amor del universo y las personas que te acompañan o te han
acompañado en la vida, incluso por aquellos antepasados y seres que no
conociste pero que están ahí y que tú eres consecuencia de su propia
existencia, eres la punta de una gran lanza que viene desde muy atrás en el
tiempo.
Deja que tu mente fluya y vengan a ti los
recuerdos de tu propia experiencia de vida y de todo lo que has hecho, lo que
has vivido, las decisiones que has tomado, los retos que has enfrentado, la
fortaleza y el aprendizaje que has adquirido de tus fracasos y de tus errores o
de las experiencias dolorosas que has vivido y que han hecho de ti la persona
que hoy eres.
Cuando coloques tus manos al frente,
visualiza en una pantalla imaginaria tu visión del futuro agradable y seguro
que quieres lograr, las metas que deseas alcanzar.
Ahora alimenta la confianza personal y en la vida
Y, finalmente, repite mentalmente, como si
estuvieras repitiendo un mantra “yo confío en mí”; “yo confío en mí y en mis
capacidades”. Y, después de que lo hayas hecho varias veces hasta que logres
sentir esa confianza en ti mismo(a), repite también “yo confío en la vida” “la
vida me protege desde todos los ángulos”; “me siento segura (seguro) y
protegida por la vida”.
Puedes modificar las frases de acuerdo a lo
que te surja al momento de hacer el ejercicio, simplemente confía en tu intuición y permítete sentir toda la seguridad
en ti y en el universo. Confía en que la vida desea sólo cosas
buenas para ti y que te dará las herramientas para que puedas enfrentar
cualquier reto. Igualmente confía en ti, en tus experiencias, conocimientos,
aprendizajes, intuición para enfrentar dichos retos y salir fortalecida(o) de
cada vivencia, transformada en una mejor persona, un ser humano más
desarrollado, fuerte y pleno.
Espero que disfrutes de la experiencia y que
la realices tan frecuentemente como puedas, pues eso irá alimentando tu
confianza en ti y en la vida. Intenta hacerlo cuando sientas algún malestar
como ansiedad, impotencia, enojo, frustración, tristeza, miedo, inseguridad o,
aunque no tengas que sentirte mal para hacerlo, intenta realizarlo por lo menos
una vez al día durante diez minutos. Muy pronto notarás la diferencia en tu
estado de ánimo y en tu salud en general.
¿Cuándo puedes empezar?
Qué te parece y empiezas ahora mismo.
IN LAK ECH
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar, favor de registrarte.