Llegó la hora de detenerte aquí y en este mismo instante para
comenzar a reflexionar acerca de lo que hasta ahora ha sido la vida, ésa que el
UNIVERSO te encomendó, que puso en tus manos porque en ti confió. Comienza una re-co-creación
desde tu interior. Revisa desde muy adentro aunque duela un poco el tener que remover,
al explorar en ese lugar a donde tienes miedo de llegar, de ver lo que no quieres
y llorar si hay que depurar, porque las heridas duelen mientras las tengas que
curar.
Inicia ese recorrido por tu vida personal, será como limpiar una casa para que brille hermosa y con un aroma especial. Saca lo que no sirve, lo que estorba y ya no quiere funcionar, pinta la vida con colores de alegría, esperanza y emociones mágicas, armoniza todo pero hazlo de corazón. Busca esa magia que está muy dentro de cada ser, ese tesoro que está ahí, que es el verdadero hacedor de la riqueza, pues no es más rico quien más dinero tiene, sino quien vive en plenitud, en paz espiritual, con tranquilidad de conciencia, que puede reír, que puede amar, y encaminar sus pasos sin tropiezos.
Definitivamente, el ser humano debe estar en constante transformación, permutando su vida hacia lo positivo, hacia el éxito, esforzándose por hacer una re-creación apuntando hacia la cima, proponiéndose triunfar y marcando siempre la diferencia, dado que las dificultades siempre se presentarán, los obstáculos aguardarán porque la función de ellos es obstaculizar, pero por más difícil que se presente una situación nunca debes dejar de encontrar una salida, y en este vaivén del océano que es la vida, unas olas te ayudan y otros te llevan a la deriva. Todo es cuestión de buscar las oportunidades que se te han sido señaladas.
Sólo fracasas cuando dejas de intentarlo, cuando no crees en tus capacidades propias y desunes la creatividad arrojándote inexorablemente en el tálamo de la mediocridad, en el regazo de las quejas y lamentos, es decir en los brazos del NO SER.
En efecto, debes reconocer que la vida positiva amerita del aprendizaje, el carácter, la disciplina, creatividad y orden, entre otras premisas básicas para alcanzar el éxito, debido a que la vida no es más que un proyecto que día tras día debes perfeccionar con tus actitudes y si quieres saber cómo serás mañana, sólo basta ver lo que eres o haces hoy.
Por eso es que te invito, a que inicies ahora mismo un cambio radical. Lo que eres o has sido puede ser cambiado, todo es un asunto de voluntades. La transformación debe emerger desde tu interior, es hacer una indudable revisión y alinearse con los principios universales que rigen al UNIVERSO.
Rehacer es corregir, es aprender a desaprender. No es una tarea fácil, porque el ego es muy fuerte y cuesta mucho aceptar que hay partes de ti que debes cambiar y ese enfrentamiento es arduo. Elimina esos viejos modelos que ya en nada te pueden ayudar, busca nuevos modelos que te impulsen a triunfar, a caminar por la vida con plenitud de conocimientos, cualidades y valores, ya que la vida es una sola oportunidad, un pequeño intervalo que no debes desperdiciar. Comprende que nadie te hará feliz, porque la felicidad está en ti, y cada quien la debe buscar. No hay tiempo para perder, sino tiempo para vivir, para crecer, para amar y sentir amor. Todo fluye, nada es permanente.
En consecuencia, comienza a reconocer tus errores, a caminar con pasos firmes a dejar de lado la arrogancia y la soberbia. Cultiva la humildad.
Si cambias tus pensamientos, cambiarán tus acciones. Atrévete a comprobar el cómo se realizan y materializan todos tus deseos y anhelos!
Inicia ese recorrido por tu vida personal, será como limpiar una casa para que brille hermosa y con un aroma especial. Saca lo que no sirve, lo que estorba y ya no quiere funcionar, pinta la vida con colores de alegría, esperanza y emociones mágicas, armoniza todo pero hazlo de corazón. Busca esa magia que está muy dentro de cada ser, ese tesoro que está ahí, que es el verdadero hacedor de la riqueza, pues no es más rico quien más dinero tiene, sino quien vive en plenitud, en paz espiritual, con tranquilidad de conciencia, que puede reír, que puede amar, y encaminar sus pasos sin tropiezos.
Definitivamente, el ser humano debe estar en constante transformación, permutando su vida hacia lo positivo, hacia el éxito, esforzándose por hacer una re-creación apuntando hacia la cima, proponiéndose triunfar y marcando siempre la diferencia, dado que las dificultades siempre se presentarán, los obstáculos aguardarán porque la función de ellos es obstaculizar, pero por más difícil que se presente una situación nunca debes dejar de encontrar una salida, y en este vaivén del océano que es la vida, unas olas te ayudan y otros te llevan a la deriva. Todo es cuestión de buscar las oportunidades que se te han sido señaladas.
Sólo fracasas cuando dejas de intentarlo, cuando no crees en tus capacidades propias y desunes la creatividad arrojándote inexorablemente en el tálamo de la mediocridad, en el regazo de las quejas y lamentos, es decir en los brazos del NO SER.
En efecto, debes reconocer que la vida positiva amerita del aprendizaje, el carácter, la disciplina, creatividad y orden, entre otras premisas básicas para alcanzar el éxito, debido a que la vida no es más que un proyecto que día tras día debes perfeccionar con tus actitudes y si quieres saber cómo serás mañana, sólo basta ver lo que eres o haces hoy.
Por eso es que te invito, a que inicies ahora mismo un cambio radical. Lo que eres o has sido puede ser cambiado, todo es un asunto de voluntades. La transformación debe emerger desde tu interior, es hacer una indudable revisión y alinearse con los principios universales que rigen al UNIVERSO.
Rehacer es corregir, es aprender a desaprender. No es una tarea fácil, porque el ego es muy fuerte y cuesta mucho aceptar que hay partes de ti que debes cambiar y ese enfrentamiento es arduo. Elimina esos viejos modelos que ya en nada te pueden ayudar, busca nuevos modelos que te impulsen a triunfar, a caminar por la vida con plenitud de conocimientos, cualidades y valores, ya que la vida es una sola oportunidad, un pequeño intervalo que no debes desperdiciar. Comprende que nadie te hará feliz, porque la felicidad está en ti, y cada quien la debe buscar. No hay tiempo para perder, sino tiempo para vivir, para crecer, para amar y sentir amor. Todo fluye, nada es permanente.
En consecuencia, comienza a reconocer tus errores, a caminar con pasos firmes a dejar de lado la arrogancia y la soberbia. Cultiva la humildad.
Si cambias tus pensamientos, cambiarán tus acciones. Atrévete a comprobar el cómo se realizan y materializan todos tus deseos y anhelos!
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