Ha’k Óol es un
genuino monarca, digno representante de su raza y vigilante de su selva, y lo
elegí porque llevaba muchos años de
búsqueda incansable, rastreando inquebrantablemente la razón por y para qué él
existía. Había leído las escrituras de todos los templos de la selva, había
seguido numerosas vías místicas, había puesto en práctica no pocas técnicas de
autodesarrollo y había escuchado a buen número de voces; pero seguía buscando.
ESTA ES LA
HISTORIA:
Ha’k
Óol viajó sin descanso. Había ido de un lugar a otro y de aldea en aldea,
indagando, buscando, anhelando encontrar. Un día llegó a Chankaah y preguntó si
había algún Dios con el que entrara en
contacto. Le comunicaron que no había ningún Dios, pero sí que ahí me encontraba
yo, que era el guía y me llamaba Nool. Ha’k Óol se dirigió hasta el paraje en el que
yo me encontraba meditando con el propósito de hallarme y hablar conmigo.
Comenzó a ascender por una de sus laderas. De súbito, me observó cuando bajaba
por el mismo sendero por el que él subía. Cuando estábamos a punto de cruzarnos
e iba a preguntarme el mejor modo para acelerar el proceso hacia la liberación
de sus dudas, yo deje caer en el suelo un saco que llevaba a mis espaldas. Se
hizo un silencio profundo, estremecedor, total y perfecto. Ha’k Óol clavó
sus ojos, sutiles y elocuentes, en mí. ¡Qué mirada aquélla!
Luego,
yo tome de nuevo mi saco, lo cargue a mi espalda y proseguí la marcha. Ni una
palabra, ni un gesto, pero ¡qué mirada aquélla! Ha’k Óol, de repente,
comprendió en lo más profundo de sí mismo. No se trataba de una comprensión
intelectual, sino inmensa y visceral. Y que debía dejar el paquete de juicios y prejuicios,
conceptos y actitudes egocéntricas, para poder evolucionar.
Ha’k Óol corrió hasta mí y
ahora con una mirada dulce dijo:
-Ya entendí Nool…
Yo, acariciándole una de sus
enormes patas le dije:
-
No tienes nada que perder Ha’k Óol que no sea tu ignorancia y la máscara de tu
personalidad, la nobleza dignifica amigo mío… Bienvenido a nuestra tribu en
donde aprenderás mucho sobre la vida y la tarea para la que has sido elegido.
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