Cuanto más observo su modo de
vida, más me convenzo que tienen la necesidad del silencio para practicarla como disciplina y lograr
contactos internos que les revelen las verdades ocultas de su naturaleza divina
y les muestren el sendero hacia los planos de luz. Los ruidos los persiguen por
todas partes, ruidos de máquinas, música estridente, voces que en vez de
hablar, gritan. Y ustedes, sin darse cuenta, van elevando la voz y se suman al
ruido contaminante que todo lo penetra y va cerrando las puertas internas que los
conectan con su ser.
El cosmos está esperando para habitarlos. El trabajo de los SERES
superiores está listo esperando que la humanidad genere un espacio en donde
descender. Su Ser Superior no puede manifestarse hasta que la personalidad haga
el trabajo correspondiente. Y este trabajo necesita el silencio como base para
desarrollarse.
El trabajo discipular es como el trabajo de un creador. Va sacando de la
piedra aquello que le sobra para revelar la pieza que, en su caso, es el rostro
de luz de su alma. Viven pensando que les falta algo cuando lo que sucede es
que les sobran pensamientos, palabras, objetos, movimientos... Y mucho ruido.
El objetivo de la meditación es lograr un silencio interno y una paz tan
profunda para que puedan unirse a su ser Superior, comulgar con ÉL y entonces,
participar en la vida del cosmos, su verdadero hogar, ahí donde son uno con el
TODO y el TODO es simplemente UNO.
¿Cómo cultivar el silencio? Una
disciplina sugerida es escuchar música. Seguir cada nota, cada instrumento con
tanta atención que les permita tranquilizar sus pensamientos. También se
sugiere el canto. Por supuesto que hablo de música que los eleve, puede ser
esta clásica o new age.
Otro método es escuchar los sonidos de la naturaleza. Ellos resaltan el
estado de silencio en el que ella se encuentra. Mi pasión por MI SELVA
LACANDONA, se debe a que en ella he podido percibir el silencio como en ningún
otro sitio, y en ese silencio uno puede ascender a planos muy sutiles. Las
grandes montañas de la Tierra son templos de silencio. Ahí danzo con sus nubes
que me imponen mágicamente el silencio. Y cuando, por el sur del sur, frente a
la ceiba que me sorprende, deseo hacer decretos y la voz se enmudece en mi
garganta y me uno tanto a esa Gran presencia que el silencio me habita por un
instante eterno.
Ciertamente si quieres saber lo
que las grandes presencias naturales de la Tierra guardan como el más sublime
secreto de este mundo, necesitas la disciplina del silencio.
En el silencio y sólo en el silencio puedes sentir que la vida circula en
una eterna danza y te une en redes mágicas que expresan un sus diseños maestros
la divina destreza del CREADOR del Universo.
Deseo que puedas percibirlo en lo
profundo de tu ser y descubrir en tu silencio que somos uno… practica en el
silencio el conocerte!
Con respeto y celebración profunda,
IN LAK ECH
Nool
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